lunes, 28 de noviembre de 2011

Augusto Roa Bastos, el estilo de una tierra








E
l periodista Armando Almada Roche, autor del libro Augusto Roa Bastos, la figura de un genio (2010) estuvo el jueves pasado en el Centro Cultural Islas Malvinas, ofreciendo una vasta mirada sobre la literatura paraguaya. Y trajo a cuento, también, múltiples anécdotas sobre otros escritores que conoció y entrevistó personalmente como Jorge Luis Borges, Antonio Di Benedetto y Manuel Puig.
Al comienzo de la charla, Roche introdujo al público en la cruda historia del país vecino. Primero habló de la represión instaurada por el dictador Higinio Morinígo; de los motivos de la Revolución del ´47, apoyada por militantes del Partido Liberal y del Partido Revolucionario Febrerista en el Paraguay, y como resultado de esas revueltas, del exilio de muchos artistas. “Ellos buscaron la frontera y se refugiaron en Buenos Aires, otros en el Chaco, y algunos fueron al Brasil”, explicó. Y a continuación, mencionó una de las dictaduras más largas y sanguinarias del continente, la de Alfredo Stroessner. Otra razón que hizo casi definitiva la diáspora guaraní. “Así, entre otros, Augustos Roa Bastos, Elvio Romero, José Asunción Flores, Herminio Giménez se vieron obligados a abandonar su tierra por décadas y décadas”.
El libro de Roche sobre Roa Bastos está ordenado, capítulo a capítulo, por orden de aparición de los libros del autor, empezando por sus primeros obras, los cuentos de El trueno entre las hojas (1953) y El baldío (1966), y siguiendo luego con grandes novelas como Hijo de hombre (1960), Yo el Supremo (1985), El fiscal (1993) y Madame Sui (1995). Y cada obra, es una suerte de pretexto para dialogar con el lector, sobre los reveses sociales y culturales del país, sobre el bilingüismo por ejemplo. Además de dar voz a Roa Bastos, a quien Roche entrevisto en más de una ocasión: “mi libro surge como testimonio de una amistad, de una relación, que yo entablo con Roa Bastos”, y agrega, “como una expresión de sentimiento y de admiración, también”.
Al indagar sobre los primeros rastros de la novelística en la literatura paraguaya, Roche, sin embargo, no se refirió justamente a la obra de Roa Bastos, sino que citó una novela de Gabriel Casaccia -otro autor paraguayo-: La babosa (1952). “La babosa es muy dostoievskiana, una obra donde priman los personajes”, comentó. Y en el transcurso de la charla reiteró que el padre de la novela en el Paraguay era Casaccia. “Roa Bastos llega mucho después con Hijo de hombre, ya entrada la década del sesenta”. Una y otra obra, de todos modos proveerán al Paraguay de una voz fuera de los límites nacionales.
Generoso con sus conocimientos, el autor se adentró después en las diferencias de estilo de ambos escritores. “La escritura de Roa es mucho más poética, más vigorosa, tiene una fuerza tremenda”, agregó. “Casaccia, en cambio, es mucho más sencillo, digamos, lineal”. Y para concluir dijo, “por esto yo creo que Roa lo opaca a Casaccia, lo sobrepasa, lo atropella con ese lenguaje potente que todos conocemos”.
La literatura llega casi con un siglo de demora al Paraguay y al pensar en esos primeros nombres, Roche no dejó pasar otros imprescindibles como el de los españoles Rafael Barrett y Josefina Plá, y el de la narradora, dramaturga y ensayista paraguaya Concepción Leyes de Cháves.
Por supuesto, no faltó mencionar la contribución que hizo Roa al cine argentino, con sus guiones magistrales en películas importantísimas de la década del cincuenta, entre ellas: El trueno entre las hojas (1957), Shunko (1960), Alias Gardelito (1961) y Don Segundo Sombra (1970).
Para el cierre de la charla Almada Roche siguió con un sinnúmero de anécdotas sobre Jorge Luis Borges y Fanny, su ama de llaves correntina. “Con Fanny hablábamos en guaraní. Borges se encantaba escuchándonos, quería eso; se deleitaba con nosotros. A partir de ahí tuve abiertas las puertas de la casa de Borges, por hablar el guaraní”. También compartió anécdotas con Manuel Puig y Antonio Di Benedetto.
Por último, a partir de una pregunta de la mesa, Almada Roche eligió un libro de su autoría: “mi hijo más protegido y predilecto es José Asunción Flores, pájaro musical y lírico. Una especie de biografía de Asunción Flores que escribí con mi máquina Remington, en la localidad de Lanús”. Y dijo que si tuviese que publicar una de la tupida lista de entrevistados, escogería una larga entrevista con Julio Cortázar.
La próxima charla será el jueves 1 de diciembre, con escritores platenses de la nueva generación. Ulises Cremonte e Isabel da Gracia estarán compartiendo el anteúltimo encuentro del Ciclo Cuatro Ficciones que organiza la editorial Mil Botellas. Como siempre, a las 19.30hs.

Sofía Silva
Nota publicada el lunes 28 de noviembre de 2011 en el diario Diagonales.
FOTO: ARCHIVO MIL BOTELLAS

1 comentario:

Anónimo dijo...

muy buena reseña sobre la charla. Gracias por la calidad de la misma