sábado, 26 de septiembre de 2009

UNA AUTÉNTICA VOZ DEL INTERIOR

Por Ramón D. Tarruella
Frente a la Catedral y el Cabildo de la ciudad de Córdoba, se levantan tres carpas largas, rectangulares, en el interior de la plaza San Martín. Es el centro de la ciudad, a un costado de las dos calles peatonales donde se concentran las galerías y locales comerciales.
En esas tres carpas, erguidas desde el pasado 3 de septiembre, se celebra la Feria del Libro más importante de la provincia. Una feria que dura casi un mes, hasta el 21 de septiembre y que concentra la atención de buena parte de la ciudad.
En los últimos meses en algunos suplementos de los diarios nacionales se viene hablando de un boom de la literatura cordobesa. Si bien esos títulos rimbombantes muchas veces esconden datos y recurren a olvidos, es cierto que la provincia tiene un campo literario propio. Autores que venden muy bien o que van acumulando un prestigio y que sólo se leen en Córdoba. Y todo a espaldas de Buenos Aires.
Por ejemplo, Cristina Bajo es una autora bet-seller de novela histórica, escritora que hace unos años publica la editorial Sudmericana. En el momento de la realización de la Feria, Letra de médico, de Carlos Presman, se convirtió en uno de los libros más vendidos. Se trata de un libro de crónicas sobre la experiencia de Presman como médico. José Playo, de 34 años, agota ediciones de sus libros de cuentos, sobre todo a partir de que popularizó los escritos en su blog. Se anuncia que “está terminando su primera novela”. Otro joven escritor, Esteban Llamosas se dedica al género policial, ya lleva tres novelas con el detective Lespada. La última, La conspiración de los catorce, parte de un caso en el marco de la reforma universitaria de 1918. Córdoba tiene también su escritor viajante. Martín Cristal viajó por Europa, Egipto, Israel, y, obviamente, Buenos Aires, y ahora, nuevamente en su provincia natal. Esa experiencia está reunida en los relatos Mapamundi. Y siguen los nombres, los autores editados, con sus diferentes edades y estilos. Córdoba ha logrado su propia voz.

LA FERIA Y SUS COSTOS


Ya es un hecho más que destacable que en el centro de la ciudad se levanten tres carpas dedicadas a una actividad literaria. Una ciudad, y buen parte de la provincia, está pendiente de la Feria. Los invitados que llegan de Buenos Aires resultan una atracción: Fogwill, Samanta Schweblin, Martín Kohan, Daniel Viglietti, Osvaldo Bayer, Mempo Giardinelli. Y siguen las firmas.
Sin embargo, lo particular es ver los stands de editoriales cordobesas. Pocos de Buenos Aires. Son muchas y lo llamativo, que faltan varias. De las que faltan, por ejemplo, Alción, una de las más antiguas de Córdoba, que no participa hace ya ocho años. Los editores lo saben y se quejan.
Por un lado, se quejan la feria la organizan las librerías más importantes de la provincia y a veces poco importa la variedad. Y se nota. En varios puestos, uno al lado del otro, se ven los mismos autores y títulos, todos ellos de importantes ventas, tanto nacionales, internacionales como cordobeses. Los stands se alquilan entre tres mil y cuatro mil pesos. Muchas de las editoriales continúan por lo relevante que significa estar presente en la Feria, ya que los números no le cierran.
La otra queja es que, la Feria, con esos precios, termina alquilando puestos a actividades que poco tienen que ver con la literatura. Por ejemplo, históricamente, en la entrada de una de las carpas, estaba el stand de Comunicarte- que permanece en el mismo lugar- y enfrente, el de Alción. El lugar de Alción lo ocupaba una ONG. Detalles que los organizadores de la Feria deberán al menos, cuestionarse. Muchas de las nuevas editoriales cordobesas no tienen su lugar, un detalle que de modificarse, marcaría otra clara diferencia con la Feria del Libro nacional.


Nota publicada en el diario Diagonales, el sábado 26 de septiembre de 2009.

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