domingo, 6 de septiembre de 2009

LA POESÍA, DOS AVENTURAS

En un mes dedicado a la poesía, resultó un lujo comenzar el Ciclo Cuatro Ficciones de septiembre con dos poetas como Eugenio Mandrini y Jorge Boccanera. Una charla de casi dos horas donde el público disfrutó de poemas leídos por los autores, además de anécdotas de sus primeras lecturas, los años previos a la última dictadura militar y conceptos fuertes sobre la poesía y el poeta.
El encuentro lo inauguró Eugenio Mandrini recordando las primeras lecturas: “mi papá, que era albañil, me despertaba a las cinco de la mañana y me decía: a leer. Y entonces, así comencé a leer a los clásicos griegos, luego a los poetas españoles del siglo de oro”. Los orígenes de Jorge Boccanera se trasladaron a Ingeniero White, en Bahía Blanca, en el puerto. “La poesía la encontré en los rostros de las personas- contó el autor de Marimba- Yo observaba a los marineros de diferentes países que esperaban en el puerto, era un Babel cultural. Y después, un largo poema de Poe me despertó a la poesía, haciendo dibujos al costado de los versos”.
A partir de una pregunta del público, cada uno confesó la rutina a la hora de escribir poesía. Mandrini, hombre de ciudad según él mismo retrató, escribe de noche y con una máquina de escribir muy ruidosa. “Cuando escribo, al lado mío está Drácula, aunque la estaca la tengo yo”, bromeó Mandrini. Boccanera sigue escribiendo en papel, ideas sobre todo. “Hasta que el poema, en un momento, comienza a hablar por sí solo, y uno debe callar y darle lugar”, comentó. “Para mí- agregó Mandrini- la palabra es un escorpión que camina dentro de mi cuerpo”. Y como para sentenciar tamaña comparación, dijo: “la poesía son dos aventuras: escribir y luego, si se puede, editar”.
Otro tema que ocupó buena parte de la charla fue la relación con la música. En el caso de Jorge Boccanera, su relación con la música comenzó a mediados de los años setenta, junto al grupo Zaloma, integrado por el entonces joven Alejandro del Prado. Mandrini, miembro de la Academia Nacional del Tango, destacó “los matrimonios de compositores”, como Manzi-Troilo y los hermanos Virgilio y Homero Espósito.
Los versos leídos fueron elegidos de sus últimos libros. En el caso de Mandrini, de Conejos en la nieve, editado hace apenas unos meses, libro que recibió el premio “Olga Orozco” en 2008. Boccanera leyó poemas de Libros del errante, obra que presentará la semana que viene en México, país donde vivió durante el exilio. Entre el público se encontraban poetas platenses de diferentes generaciones. Desde Pablo Odhe, Fernando Alfón como Néstor Mux y Horacio Preler.
El jueves que viene el ciclo, organizado por el Grupo Editor Mil Botellas, contará con otra presencia de lujo: Juan Tata Cedrón, quien supo musicalizar a los mejores poetas argentinos. Como todos los jueves, en el Centro Cultural Islas Malvinas a las 19:30 hs.
Ramón D. Tarruella
Nota publicada en el diario Diagonales, el sábado 5 de septiembre de 2009.



Eugenio Mandrini y Jorge Boccanera

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